¿Se puede esperar mucho de un disco con una portada como esta? Si uno de los pelucones en pelotas es Devendra Banhart, entonces sí. El otro (el del kung fu) es su amiguito Gregory Rogove, baterista de una linda banda que se llama Priestbird que tendremos pronto por acá. Juntos se mandaron este disco repleto de acertados delirios freak-folkescos que hoy por hoy ya suenan a marca registrada de Devendra.
Y lo estoy escuchando ahora mismo y suena de poca madre, lástima que no tengo nada que fumar; sino sería un pinche vieja bien cabrón escuchando esté disco.
2 comentarios:
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Y lo estoy escuchando ahora mismo y suena de poca madre, lástima que no tengo nada que fumar; sino sería un pinche vieja bien cabrón escuchando esté disco.
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