Un gran disco que tenía olvidado hace un rato. La música no es ningún descubrimiento, un downtempo chilloutesco del que es casi infalible cuando la misión es hacer música digerible y ya. Pero el verdadero y gran plus de Lemon Jelly (2 tipos, uno productor y otro dj) es el criterio para elegir sus samples, que van desde pianitos y arreglos que podrían ser obra de Moby hasta una morza emitiendo un sonido parecido a un eructo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario