Si escuchaste los 2 discos anteriores de esta banda (previamente posteados en este, tu blog amigo) sabes que de ellos puedes esperar música movidita, con un poco de psicodelia metida en el asunto, y la voz de Kevin Barnes (verdadero cerebro detrás de OM), finita, melódica y abundante en falsettos a lo Prince, encabezando el desfile. Este trae más de eso pero con incluso más psicodelia y algo de ciclotimia, sin dejar de lado, felizmente, la veta de ponerte las pilas, algo ideal para un día como hoy. Dale larva, que el sofá va a estar ahí mañana, pero el sábado no.
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