Alguien me pidió este disco hace mucho y hoy procedo a complacer, complacido, el pedido. Hace unos meses tuvimos por acá el Baby 81, que es a la fecha el último disco de BRMC y que venía por la mano de un rock medio bluesero y estruendoso con mucha actitud rockera. Howl es otra cosa, y basta una escuchada así de pasadita nomás para darte cuenta. Mucha guitarra acústica, revoluciones más recatadas y cantos con melodías que tiran para el gospel. Un discazo que en conjunto diría que suena más yankee que el tío Sam.
1 comentario:
Yeah!! Por fin llegó LA placa de BRMC.
Chasgracias Perucho.
Publicar un comentario