
Primero el Dark side of the moon, luego el Ok computer y ahora el Sargento Pepper; todos discazos que los Easy star all-stars decidieron reversionar y bajarle un cachito la acidez a punta de dub y reggae del rico. La propuesta era arriesgada desde el vamos: meterle mano a semejantes clásicos del rock podía resultar una herejía para más de uno, pero la verdad están todos muy buenos y hasta hoy no escuché a nadie quejarse.