Me voy 2 semanitas a mi tierra. A comer ceviche, quemar mi panza con el sol de sus ricas playas y ver a algunas personas que quiero. Fuera de que el mundo se está yendo a la mierda, la crisis, la porcina, el dengue, y otras pestes, este año la pasé muy bien con el blog. Ustedes?
Investigando por ahí, descubrí un par de cosas interesantes acerca de este Elvis. Nació en el 76, empezó a tomar clases de guitarra en el colegio y tuvo de profe al guitarrista de The Knack (mamamamyyyy Sharona!). Su padre era Anthony Perkins (el psycho de Psycho, la original de Hitchcock), quien murió en 1992 de sida y su mamá era una fotógrafa reconocida que murió en lo de las torres gemelas. No es que tanta tragedia le asegure ser un gran artista, pero digamos que una o dos cosas interesantes le deben haber quedado para decir, y canalizar a través de la música fue una movida que le salió bastante bien. Folk americano de ese que suena a tarde nublada con intermitentes apariciones de sol, forjado a punta de guitarras acústicas y arreglos de órganos, banjos, violines y demás artilugios que contribuyen a la onda medio rústica que se trae el disco.
Costó mucho pero finalmente armé un top 20 de discos de la década que se va. Es obvio, pero lo voy a decir: es MI top 20, con todas las posibilidades que eso implica (que la crítica especilizada diga otra cosa, que nadie esté de acuerdo conmigo, que se me haya pasado escuchar uno u otro disco, etc). Estoy abierto a comentarios/críticas/observaciones/puteadas, así que despáchense a su gusto.
Porque es un discazo de punta a punta. Porque Jack White es lo mejor que le pasó al rock en la última década. Porque son la banda más influyente de los últimos años y a la fecha, esta es fue su obra cumbre. Porque la pasé muy pero muy bien escuchándolo una y otra vez. Ah, y porque se me canta el culo.
Llegando al final de la década, estoy tratando de hacer un top 20 de mis discos favoritos. Tengo clarísimo que alguno de Wilco va a entrar, y hasta ahora éste parece ser el elegido.
Pasados los primeros 10 minutos de este disco vas a haber escuchado a: Twisted sister, Temple of the dog, Sinead O´Connor, Bruce Springsteen, Rod Stewart, Radiohead, Ace of base, Beastie boys, The police y a un montón de raperos. ¿El soundtrack más ecléctico de la historia pasado a muuuucha velocidad? No. Más bien, la obra de un nerd que de día trabaja como ingeniero bio-médico, y volviendo a su casa se la pasa cortando y pegando pedazos de canciones en la compu. Greg Gillis (así se llama el nerd) es un campeón del mashup (así se llama lo que hace), y aunque no es el inventor, debe ser de los que más partes de canciones mete por minuto: en los 40 y pico minutos que dura este disco, hay samples de 320 canciones (!!!). Y de la variedad de géneros ni hablemos (aunque de hecho, ya hablé de eso al principio). Encima el resultado es terriblemente bailoteable, y Gillis en vivo deja toda su nerdez y se convierte en una bestia escénica. Miren:
Este es uno de los tracks del disco. No tiene videos oficiales, pero en youtube hay dando vueltas un montón de videos hechos por fans:
Cuando un par de metaleros hasta los huesos deciden aflojar un poco con los riffs pesadísimos, los alaridos desgarradores y la actitud de chico muy muy malo, pasan cosas como este disco. Algo así como una bajada de revoluciones de los proyectos principales de Mike Muir (cantante de Suicidal Tendencies) y Robert Trujillo (bajista de Metallica), que junto a Stephen Perkins (batero de Jane's Addiction) y un par de muchachos más que no conozco, terminaron dándole forma a esta banda funk metal, con mucho de Living colour y algo de las respectivas bandas de sus miembros como ingredientes fundamentales. Este disco me voló la peluca allá por los buenos 90 y ahora que lo redescubrí lo sigue haciendo.
