25/11/09

YO MATÉ A KURT COBAIN


El 2 de enero de 1994 me fui de viaje de intercambio a Alemania junto a muchos otros chicos de mi edad. Yo tenía entonces 16 años, el grunge estaba en el pico de la ola y yo era un fanático empedernido que tenía un closet lleno de camisas de franela a cuadros.

Dado que por esa época a Perú no iba ninguna banda interesante, lo primero que hice al llegar al aeropuerto de Frankfurt fue comprarme una Metal Hammer y pasar rápidamente las páginas hasta la sección conciertos para ver si tenía la suerte de enganchar algo decente durante mi estadía. Probablemente pasé por alto más de una banda que hoy en día iría a ver, pero en ese momento mi menú musical estaba compuesto casi exclusivamente por metal y grunge. Así, identifiqué rápidamente un concierto de Carcass y otro de Manowar en lugares muy cerca a donde me iba a tocar vivir, y, oh sorpresa, tocaba Nirvana en Munich, que quedaba a 8 horas en tren de donde iba a estar yo. "Listo, no me importa nada. Yo voy". Le dí el dinero de la entrada a un amigo que le había tocado vivir en Munich y le pedí que saque una entrada para mí. "No sé cómo haré, pero un par de días antes del concierto voy" le dije.

Estuve 2 meses en el pueblo en el que me tocó vivir, fuí a los conciertos de Carcass y Manowar y la pasé bomba. Igual era obvio que el plato fuerte sería Nirvana: estaban en su momento de apogeo, andaban de gira promocionando In utero que acababa de salir, y yo era muy fan. Así que cuando el momento de viajar se acercó, llamé a mi amigo (no existía internet aún) y me confirmó que habían conciertos el 1 y 2 de marzo, y que sacó entradas para el segundo día. Listo. "Nirvana, ahí vooooy!".

Después de una larga travesía que incluyó perder un par de trenes y consiguientemente llegar con mucho retraso a la estación de tren de Munich y tener que esperar a que mi amigo vuelva a buscarme, finalmente llegué a su casa y pude tener en mis manos mi entrada. El que comparte mi fanatismo por la música y los conciertos especialmente, lo sabe: tener una entrada en mano te da una sensación de tranquilidad única.

Llegó un amigo más que se armó el mismo plan que yo y salimos los tres a recorrer la ciudad. Tomamos cerveza, comimos Bratwurst con chuckrut, vimos un cartel que anunciaba a Soundgarden el 30 de Marzo promocionando el Superunknown (y nos quisimos matar porque para ese entonces ya estaríamos de vuelta en Lima) y nos dimos una vuelta por el lugar donde al día siguiente nos tocaría ver a Kurt Cobain y compañía. La cara de pelotudos emocionados que teníamos los tres era para un cuadro.



2 de Marzo. Llegó el día. Un breve repaso de mi situación en ese momento: yo era un chiquillo de 16 años, fanático del grunge, proveniente de un país al que no iba nadie a tocar, con una entrada para la banda más importante del momento en mis manos. No sé si a la fecha tuve otro pico de excitación que se le acerque.

No me acuerdo si fuimos en tren, colectivo, taxi o helicóptero. Sólo me acuerdo de los tres acercándonos a la entrada del lugar, comprándonos las respectivas camisetas con todas las fechas de la gira, con una sonrisa más amplia que la del guasón. De pronto la cara de uno (el que hablaba mejor alemán de los tres) cambió drásticamente. "Nirvana fällt aus" decía en un cartel. "Qué mierda significa fällt aus?" le pregunté.


No lloré con el último capítulo de Los años maravillosos, y no iba a llorar en ese momento, pero casi. Buscamos explicaciones, pero no las hubieron. No había concierto y punto, nos jodimos.

Imagínate vivir en una isla desierta durante 16 años, sin sexo, y el día que finalmente llegas a la civilización y estás a punto de ponerla, el cabarulo te cierra la puerta en la cara. Esa era la sensación. Descargué un poco de mi furia a través de gritos histéricos hacia mi amigo que compró entradas para el segundo y no el primer concierto (el del 1 de marzo, que sí tuvo lugar), pero no fue suficiente. Frustración total.

Al día siguiente me reembolzaron el valor de mi entrada (primer mundo chicos, acá la plata no la vería en un par de semanas por lo menos), y me subí al tren de vuelta a mi pueblo. Estaba más tranquilo, pero no podía creer mi mala suerte. Y si pensaba que eso era mala suerte, lo que vendría después no tiene nombre.

Un par de días antes de volver a Perú, me entero por el diario que Cobain había mezclado unas pastillas con champagne la noche después del concierto del 1 de marzo y tuvo una sobredosis (el muy hijo de puta tenía todo el año para drogarse a sus anchas y justo se viene a pasar de vueltas el día de MI concierto!!!!). En ese momento dije: "Ojalá que se muera este hijo de su madre". Y 2 semanas después, adivinen qué.


Sip. Yo maté a Kurt Cobain.

Sisi, un bajón, qué tristeza, el ícono de una generación, era tan joven, tenía una hijita, blablabla. Pero acá viene lo que realmente fue terrible para mí: el último concierto de Nirvana había sido el 1 de marzo en Munich. En otras palabras, si mi amiguito (en este punto voy a revelar su identidad: Michael Spitzer, el que está en el medio en la fotito con las entradas, actual cantante de Gaia, y en aquella época también conocido como "el primo Larry") hubiera atinado a comprar entradas para el primer concierto, hubiéramos asistido al último concierto de la historia de Nirvana.

Esto es una parte de lo que me perdí.



Con tanta mala suerte, no entiendo cómo 15 años después todavía no me cayó un rayo encima. Debe estar por venir, así que si me ves por la calle te recomiendo que te pases a la vereda de en frente.

20/11/09

Flanger - Outer space/Inner space (2001)



De los tipos que conforman Flanger ya hablé antes pero acá va de vuelta: son Burnt Friedman (multiinstrumentalista y productor alemán de quién ya subí varias obras suyas), y Uwe Schmidt (otro alemán también conocido como Sr. Coconut, Lassigue Bendthaus, Atom Heart, Fonosandwich, etc) y hacen un jazz electrónico interplanetario, un poco en la onda de Squarepusher, un poco más cool (en el sentido jazzistico de la palabra). Puede que dos alemanes haciendo jazz electrónico te suene a que el disco lo hicieron todo con una calculadora científica en mano y que el resultado es menos caliente que un fiambre, pero no amigos... esta música tiene muuucho groove y sabor.

Al mío ponle chuckrut porfa!


16/11/09

Soundtrack - (500) Days of summer (2009)



Al empezar esta película un locutor advierte: "Esta es la típica película del chico que conoce a una chica, pero no es una historia de amor". El chico (Joseph Gordon-Levitt) es un fanático del brit pop y la chica (el bombón también conocido como Zoey Deschanell) hizo que las ventas de un disco de Belle and Sebastian tuvieran un incremento insólito en su pueblo al poner una frase de una canción de ellos junto a su foto en el anuario de su colegio. Ah, y ambos son fanáticos de The Smiths. Con esto podrán imaginarse que la música juega un papel importante en esta historia, y es así. Por su parte el soundtrack, como la película, tiene una onda bastante tranqui y medio dulzona (nunca empalagosa), con algunos hits, covers, y un par de bandas interesantes que tal vez no conozcas (mi caso) como Black lips y Mumm-Ra. Es probable que próximamente encuentres esta peli en el sector "Comedia romántica" de tu videotienda favorita, pero si eres como yo que sufro reacciones alérgicas con la mayoría de películas de ese género, quédate tranquilo que con esta la vas a pasar muy bien.

Pelón!


Como preview les dejo un video de los protagonistas bailando una canción de She & Him (la banda de Zooey junto a M. Ward). Ni la escena ni la canción aparecen en la película.

13/11/09

Built to spill - Keep it like a secret (1999)



Built to spill tiene ese inconfundilbe tufillo a los noventas que endulza los oídos de un chiquilín melómano de 30 y pico años como yo. Suena a una mezcla entre Pavement y Dinosaur Jr remojados en pop, una delicia.



10/11/09

PJ Harvey - Stories from the city, stories from the sea (2000)



Cada vez que escucho este disco siento que no escucho lo suficiente a PJ Harvey.

Chesssss!






9/11/09

Pele - Teaching the History of Teaching Geography (1998)



Conozco un par de personas a las que les va a gustar mucho este disco, y si eres de los que gozan con un poco de buen post rock instrumental, limpiecito, melódico y feliz, considérate incluído. Antes subí otros 2 discos de ellos, bastante recomendables también y muy en la onda de Dianogah, Toe, Ganger o El ten eleven. Este fue el su primer disco, que es de hace 11 años, y ya llevan 5 en su discografía (hace poquito sacaron uno nuevo). Escucha el preview, vas a ver qué bueno que está.

Pele debutó con este disco!





5/11/09

Thurston Moore - Trees outside the academy (2007)



No soy fan de Sonic youth. Tampoco me parecen malos, pero su condición de banda de culto me parece sobrevalorada, y seguramente alguien podrá explicarla mejor que yo, pero calculo que tiene que ver con el momento en que hicieron lo que hicieron, y el nivel de experimentación de su música. Qué se yo, a mi no me mata la verdad. Sin embargo hace poco encontré este disco (para el que no lo sepa, Thurston Moore es el cantante de Sonic youth) en un blog amigo y la descripción me llamó la atención: "Guitarras acústicas, baterías sencillas y contundentes, enormes melodías, muchos arreglos y voces profundas". Bastante acertada la observación debo decir, y agrego: discazo.

Disquísimo!